martes, noviembre 14, 2006

LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA AL VAIVÉN DE LOS SEXENIOS

Deben estar más allá de coyunturas sexenales, afirma el rector de la UNAM

Falta voluntad para que despeguen ciencia y tecnología: De la Fuente

"La pluralidad ya se instaló en el país, así que nadie se incomode por las críticas de científicos"

JOSE GALAN

Juan Ramón de la Fuente, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, durante la entrevista en su oficina de Rectoría

La ciencia y la tecnología en el país deben estar más allá de las coyunturas sexenales y, en el caso de la universidad, rectorales. Se requiere visión a largo plazo. Falta alguien que llegue y diga: "para México serán prioritarias la investigación y el desarrollo", que se escuche a la comunidad científica y que no se le recrimine cuando ejerza la crítica.

Lo dice, en entrevista, Juan Ramón de la Fuente, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien ayer recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2006, en la rama de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, junto con otros cuatro investigadores de esa casa de estudios en igual número de categorías. A pesar de sus responsabilidades administrativas, se ha mantenido como investigador en el área de la siquiatría, particularmente sobre las adicciones, en especial el alcoholismo, "buscándole tiempo al tiempo", honrando a su padre y a sus dos grandes maestros: Ruy Pérez Tamayo y Donato Alarcón Segovia, quienes "marcaron mi orientación profesional y me siento muy orgulloso de ello".

Resalta: "ante las voces razonables de la comunidad científica que dicen la verdad y proponen soluciones, que nadie se incomode. La pluralidad está instalada en el país". Agrega: "qué importante sería para México, con problemas de violencia, inseguridad e intolerancia, contar con una gran plataforma en torno a la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura. La tolerancia es la que puede dar pie a acuerdos fundamentales", a esas políticas de Estado "que hemos venido propugnando desde hace muchos años".

A continuación, la entrevista efectuada en sus oficinas de Ciudad Universitaria:

­La investigación es fundamental para el país, pero los gobiernos parecen no darse cuenta, por lo que es necesario otorgarle más recursos. ¿Eso es cierto?

­Absolutamente de acuerdo. Si uno analiza cuáles son los países que avanzan más en los diversos índices internacionales, aun los del Foro Económico Mundial, los que van mejor son los que dedican más recursos a la educación superior, a la investigación y al desarrollo.

"Se trata de las naciones del norte de Europa, que de manera espectacular han alcanzado los índices más altos en confianza en sus instituciones, capacidad de producción, generación de empleos, niveles de vida y combate a la pobreza. ¿Y cuál es el común denominador? La inversión, fundamentalmente del Estado, en esos tres rubros.

"Por otro lado está el bloque asiático. Desde luego China, pero también las llamadas economías emergentes, de manera importante Corea, pero también Singapur o Malasia, que hace 25 años inclusive tenían niveles de desarrollo inferiores a los nuestros. Y también se debe incluir a Estados Unidos y a Japón.

"No reconocer que ahí están en buena medida las llaves del desarrollo es no comprender cabalmente cuáles son las variables de la sociedad del conocimiento, qué es lo que determina la economía del conocimiento, por qué hoy día los bienes y servicios tienen valor agregado y que éste es casi siempre el paquete tecnológico.

"Teniendo buenos investigadores en México, que son de buena factura, de clase mundial, lo que parecería en estos días casi incomprensible para muchos de nosotros es por qué no nos hemos decidido a generar esas políticas de Estado, como ya han hecho otros países. Pero no hemos sido capaces de dar ese paso, y mientras no lo demos mucho temo que la brecha que nos separa de esas naciones va a ser cada vez más profunda y amplia."

­A pesar de que se han prestado oídos sordos a las voces de científicos que piden mayor inversión en ciencia, ¿piensa que eso va a cambiar?

­Los años me han ido volviendo cada vez más escéptico. Porque ése es un planteamiento que la comunidad científica ha venido haciendo desde hace mucho tiempo. A lo mejor en estos tiempos me ha tocado exponerlo con más vehemencia que en otros. No es algo novedoso. Creo que la verdadera coyuntura que tenemos, más que el fin de un ciclo político y el inicio de otro, es que todos esos llamados pudieran tener resonancia en los poderes Ejecutivo y Legislativo.

"Y si se pudo sembrar en éstos mayor consciencia, creo que vamos a despegar, porque además, vamos a ser muy claros, esto no cuesta. Vamos, hombre, le cuesta al país, pero mucho más no hacerlo. Así nos ha costado no haberlo realizado.

"Hay que elevar un poco la inversión en esos rubros, unas décimas anuales durante los próximos 20 años. Así es como se debe pensar, porque entonces, quizá dentro de 10 años, ya habremos avanzado medio camino, y dentro de 20 estaremos en condiciones reales de poder competir."

Es aquí cuando De la Fuente afirma que se trata de pensar más allá de los ciclos sexenales, con una visión a mediano plazo, de la coyuntura del cambio de gobierno, de la inmediatez. Añade que la UNAM ha podido hacer grandes contribuciones en materia de ciencia, entre otras cosas, porque ha tenido una visión a largo plazo.

"Los proyectos universitarios no se agotan con los ciclos sexenales ni con los rectorales. He dado continuidad a planes de la UNAM que se iniciaron hace 20 o 30 años, que han demostrado que son buenos y siguen vigentes, y los hemos perfeccionado.

"Entonces, lo que ha faltado es continuidad. Y cada freno a la política científica es en realidad una regresión."

El rector considera que desde la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, hace 35 años, han faltado cosas, "como meter al sector privado". Cita datos del Banco Mundial para afirmar que casi 50 por ciento de la investigación en el planeta proviene de ese sector.

"En términos globales pareciera bueno, porque apunta a un equilibrio. Pero, insisto, en muchos países de fuerte desarrollo en años recientes las grandes inversiones, de todas maneras, han venido del Estado."

Sostiene que, en el caso de México, se necesita mayor compromiso del Estado, una política más pujante con el sector privado y, ciertamente, mayor vinculación de las universidades con los empresarios. Se ha intentado, dice, pero la verdad es que los resultados no son buenos.

"Sabemos cuáles son los ingredientes para ese despegue, pero falta voluntad. Falta que llegue alguien y diga: para México serán prioritarias la investigación y el desarrollo tecnológico, y que se pongan a hacerlo."

­Pareciera que las voces de científicos y el reclamo histórico provocan malestar en lugar de inquietud.

­Hay que escuchar a esa comunidad y no recriminarla cuando critica. Eso me resulta incomprensible. Alguien hace una crítica, y entonces surge el argumento defensivo. Lo que la comunidad ha venido planteando es lo más razonable. Que nadie se incomode, ¿eh?

"En México la pluralidad está instalada, y necesitamos responder a ella con tolerancia y reconocer que hay gente que piensa diferente a nosotros. No necesariamente tiene que ser sinónimo de conflicto, sino parte de la convivencia moderna en un país que quiere seguir avanzando en sus libertades y democracia."

Considera que, ante los problemas que enfrenta México de violencia, inseguridad e intolerancia, el país debe formular un gran planteamiento basado en la educación, la investigación, el desarrollo y la cultura, que permita alcanzar el consenso nacional, incluyendo a los poderes públicos, las instituciones civiles, los medios de comunicación y la sociedad en su conjunto en torno de esos cuatro temas.

"El conocimiento debe ser el gran mecanismo de cohesión social. Esa es mi filosofía del conocimiento. Si en principio logramos estar de acuerdo en que se trata de hacer de la educación una palanca del desarrollo, entonces el conocimiento es un mecanismo de inclusión social y, en consecuencia, tenemos que dedicarle mayores esfuerzos a los sectores que hoy día están claramente excluidos del sistema educativo: las minorías étnicas. Y eso nos daría las palabras claves de la educación: equidad y calidad."

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